La Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad Ana Mato, quiere que la Tarjeta Sanitaria con Chip se implante en toda España.
En la actualidad, se extiende a todos los ciudadanos de Andalucía, Extremadura y Baleares. En Galicia, País Vasco, Cataluña, Canarias y Comunidad Valenciano aún no ha llegado a la totalidad de la población. Se estima que la posee la mitad de la población española.
En ese pequeño Chip, se incluyen todos los datos del paciente: historial, medicamentos que toma y ha tomado y cual ha sido su paso por hospitales y ambulatorios.
El médico de Atención Primaria usa un lector similar al de los carnés de identidad y puede ver todos esos datos. Al finalizar la consulta introduce directamente en el chip la receta que necesita el paciente. Con la tarjeta se acude a la farmacia y se lee el medicamento que debe tomar. Esto permite al paciente no tener que acudir tantas veces al médico, ya que puede dejar grabado si es de larga duración (alérgicos o crónicos) y se consigue descongestionar los centros de atención primaria.
El principal problema para expandir y unificar la tarjeta sanitaria es que cada Comunidad ha comenzado éste camino a diferente ritmo (algunas ya lo han terminado y otras como Murcia ni se lo plantean) y con diferentes formatos tecnológicos. Unas vías, que la ministra ha planteado cerrar.
Como con otras muchas cosas, hay diferencias entre las diferentes Comunidades Autónomas.
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